Anduvieron otros antes que yo esta estrecha, sinuosa, tortuosa senda que conduce a algún lugar que aún no he podido descifrar. Todos somos individualidades, genuinos. Todos estamos sometidos al error. Yo me equivoco, incluso casi todo yo soy como un error, porque pienso el bien, pero hago el mal que no quiero. ¿Quién podrá remediarlo? No hay filosofía capaz.
Podrá adentrarse, la filosofía, en el ser humano, podrá construir un sistema donde el humano pueda encajar, pero en realidad la filosofía solo es una mera espectadora de los hombres, no responde. Puede haber producido el lucimiento de algún que otro pensante, pero en realidad poco más.
Sólo saca conclusiones no da soluciones.
Casi recuerdo la primera vez que escuché la famosa frase “ERRARE HVMANVM EST”, era todavía un chiquillo. Creo que ese mismo día el profesor, Don Juan, también nos enseñó otra famosa frase: “con boca cerrada no entran moscas”, por lo cual nunca supe si era mejor callarse o equivocarse. En fin tonterías que te marcan toda una vida.
Hablaba de filosofía. Que nadie me malinterprete. Me gusta la filosofía, pero creo que es un divertimento, aparentemente muy sesudo, pero poco relevante a la hora del sufrimiento óntico del ser humano. Quizá un filósofo o un estudioso de la filosofía me hicieran cambiar de idea. Es posible. Seguramente.
Más tarde aprendí que “la procesión es larga y el cirio corto”. Yo ya casi me quemo los dedos.
Night-night.
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