Quienes digan ésto y quienes se lo crean, que son muchos, ya tienen valor, por decir algo caritativo. En primer lugar porque se refieren sobre todo a la Iglesia Católica, las otras religiones les tienen sin cuidado -lo cual no les reprocho-, y en segundo lugar porque pueden inventar mentiras, pero tan grandes como ésta hay pocas, grandes por el número de muertos ocurridos por otras causas, como ya veremos. Otras causas que poco tienen que ver con Dios, sino todo lo contrario.
No puedo seguir.
Sólo voy a adelantarte dos nombres, para que te eches a temblar: Hitler y Stalin. A uno de ellos la humanidad ya lo ha juzgado, al otro, Stalin, aún hay mucha gente que lo admira, por ejemplo Rafael Alberti, d.e.p., y los que publican esto, de hecho el comunismo, aún para mucha gente, es sinónimo de democracia, igualdad, libertad y no sé qué cosas más.
Hoy se conmemora la liberación de los presos del campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau, el 27 de enero de 1945.
No puedo seguir.
Hitler era catolico.
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