No me gusta el argumento de
llegar a Dios por la belleza de la Creación. No acabo de comprenderlo.
Pourquoi?. Hay una corriente muy extendida, y creo que bienintencionada, que
nos dice lo bella que es la naturaleza, y que en esa belleza se ve la obra de Dios.
Yo, y no es por
aguar la fiesta, no acabo de verlo, es verdad: no acabo de verlo. A esto le falta algo. Frente a
esa corriente que afirma que la naturaleza es bella, yo digo que la naturaleza
tiene partes bellas, hermosas, y partes no tan bellas, feas. Después de ver
algunos ejemplos, yo creo que la mayoría estará de acuerdo conmigo, y lo digo a
pesar de que a mí también me gusta tener una idea romántica de la Creación.
La verdad es que la Creación
es hermosa. Una puesta de sol, coloreando el cielo y la tierra, envolviendo en
una misma luz lo terreno y lo celeste. Tomemos ahora otra belleza de la
naturaleza, un valle con hermosas montañas, un arroyo que lo atraviesa y un
bosque de coníferas que invita a la contemplación y eleva el espíritu.
Sin embargo, hay otra realidad igualmente
naturaleza e igualmente Creación. Pero en esta ocasión no es tan bonita de ver.
Podemos ver cómo unos
buitres han despedazado y consumido un cuerpo humano. A ti no sé, pero a mí
esta naturaleza me provoca una sensación harto extraña y me revuelve todo mi
ser. Podríamos ver imágenes de parásitos que invaden el cuerpo de las personas,
y que también son naturaleza, podríamos ver imágenes de putrefacción, aunque
sea sólo de frutas, que te tiran para atrás, y que son naturaleza también.
Podemos ver los efectos de un terremoto, que es un fenómeno natural. Los efectos de un huracán, de un tsunami (en
el último se calcula que murieron unas 230.000 personas), también es
naturaleza, pero no es bella, ni hermosa, ni encantadora.
Por eso comenzaba este artículo
diciendo que no acabo de entender cuando se dice que la belleza de la naturaleza
te acerca a Dios, ya que eso es un arma de doble filo, porque igual que te
acerca, te puede alejar. Dios es bueno porque ha creado toda esta belleza, pero
es malo porque ha creado toda esta desagracia al haber creado los mecanismos
que conducen a ella.
Yo más bien diría que la constatación
de la Creación, como tal, por su existencia, como obra de Dios, con su
complejidad, con su belleza y con su no belleza, con sus leyes que gobiernan
desde las partículas más pequeñas hasta el universo entero, la creación, dentro
de este universo dinámico pero inerte, de la vida, esa chispa de la vida, con
toda su diversidad, la evolución, el ser humano, capaz de ser consciente de si
mismo y ser consciente de la presencia de Dios.
Eso sí que es un camino para
acercarse a Dios, creo.
Es verdad que lo que
hemos denominado como fealdad de la naturaleza, no toda, ya que alguna de esta
fealdad simplemente es no hermosa sin más, causa dolor y sufrimiento. Y se da
la paradoja de que a través de este dolor y de este sufrimiento, también
nosotros, los humanos, las personas, tenemos un camino de acercamiento a Dios,
o mejor dicho, Cristo mismo se hace presente en esa angustia, en la cruz, y ése...
Ése sí que es un camino para
acercarse a Dios, lo sé.