Hace tiempo que el tiempo barrió las hojas que marcan su devenir, marcapasos insidioso que no se detiene, sino que avanza, imparable, hacia su destino, aún por escribir, y que determinará un día y una hora para el desenlace.
Y yo, terco, me empecino en no mirar atrás, en no derramar ni una lágrima, en no pronunciar una palabra.
Las palabras, se las lleva el viento. Las lágrimas, evaporadas, no son ni dulces ni saladas, y la mirada, la mirada es la luz que penetra hasta el corazón y allí deja impresa una imagen, señal que lo acompañará para siempre...
Por eso ni hablo, ni lloro, ni miro atrás.
El origen es la causa de todo. El origen es el amor. Amor, que eterno, lo tenía todo pensado. El amor... el amor es Dios.
Acerca de "Derrotas y victorias"
EL origen es la causa de todo. El origen es el amor. Amor, que eterno, lo tenía todo pensado. A ti, a mí, al ornitorrinco, al paramecio, a las habas, incluso a las lechugas, sí. (Sólo enumero, no equiparo). El amor... el amor es Dios.
Este espacio está dedicado a las derrotas y victorias del amor, en sus múltiples facetas: amor divino, amor afectivo, amor al conocimiento, a la razón, a la verdad, a los peces de colores.
De cuándo ha perdido el amor y de cuándo ha ganado.
viernes, 11 de enero de 2013
Hace tiempo
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