DANDO como razonable la teoría de la evolución en principio definida por Darwin y desarrollada a lo largo de los años transcurridos desde su enunciación hasta el presente, me gustaría señalar el papel importantísimo que ha tenido la mujer en el desarrollo de la inteligencia en el Homo sapiens (es decir en los humanos tal y como somos hoy en día).
"¿Por qué?" me preguntarán algunos, y yo les voy a contestar.
Las hembras en las especies son las que determinan -porque lo elijen- el macho que las va a cubrir, es decir seleccionan el ADN que quieren combinar con el suyo propio (esto lo hacen sin saber qué están haciendo, al menos hasta ahora). En nosotros, los humanos, sucede tal cual.
¿Qué seleccionan las hembras?.
Seleccionan al macho mejor capacitado para la supervivencia de su prole.
En esta categoría habría que destacar la fortaleza física del macho que le aseguraría, por ejemplo, protección durante el embarazo y, también después de éste, la seguridad de los hijos. La potencialidad de aportar alimentos, la destreza en la fabricación de utensilios, en la localización de refugios, en la previsión del futuro, etc. Es decir, la hembra, la mujer, iría seleccionando al hombre con el cual iba a unirse según reuniese estas y otras capacidades que le asegurasen que su descendencia sería lo más exitosa posible.
Por tanto es facil imaginar el proceso selectivo a lo largo de muchos miles de años, ya que estamos hablando de la especie de la cual se originó el Homo sapiens, nosotros, que según los registros fósiles estamos aquí desde hace unos 200.000 años.
Los machos capaces de realizar mejor las características enumeradas anteriomente serían los que transmitirían su ADN a la siguiente generación.
¿Y quién tendría mayor capacidad de realizar ésto?.
La respuesta es sencilla, el más inteligente entre los machos contendientes para aparearse con una determinada hembra es el que tendría mayor éxito (ya que sería el macho que sabe cazar mejor, que sabe elegir, que discierne entre una u otra estrategia para lo que sea, bien emprender una ruta, bien elaborar un plan, construir refugios, etc..., o bien que sabe qué hacer para que la hembra lo elija).
Luego esta capacidad de inteligencia se iría transmitiendo a las nuevas generaciones, así hasta obtener un ser, el Homo sapiens, bien diferenciado del anterior ancestro, e inteligente, debido a la selección que realizó el sexo femenino sobre el masculino, que provocó que cada vez las hembras fueran más inteligentes y que a la vez buscaran al macho más inteligente con el cual aparearse.
Por lo tanto, ¡gracias chicas!.
O quizás no, ya que el tributo que hemos de pagar por la inteligencia es el miedo por el futuro, la necesidad de pensar que va a ser de nosotros mañana (que comeré, que beberé, con que me vestiré...), pero en fin, esto sería otro cantar...
See you.
Merry Christmas.