Algunos amigos y yo (que siempre había querido estudiar biología marina), nos decantamos por esta opción que nos parecía la nueva frontera de la ciencia. La posibilidad de descubrir cómo funcionaban las células, de cómo una serie de cuatro moléculas ordenadas, es decir, no al azar, guardaban la información de cada ser vivo y además, eran capaces de expresarla de tal forma que a partir de una célula fecundada podían producir un ser adulto completo. Nos fascinaba. De hecho, yo creo que aún nos fascina, porque solo se ha hecho nada más que empezar, aunque parezca que ya se sabe todo al respecto.
Éramos románticos de la biología. Pensábamos que con unos cuantos virus y con un gen sin mutar se podría sustituir el gen mutado en el enfermo y así podríamos curar el cáncer en un santiamén. O hacer frutas resistentes a la sal, o a la falta de agua y poder así cultivarlas en zonas deprimidas y poder acabar con el hambre en el mundo.
También por supuesto pensábamos que podríamos vivir con holgura dedicándonos a ello.
Tiempos de juventud.
Los biólogos estudiábamos la vida.
Yo vivo en Valencia, arriba de un instituto muy importante, el I.V.I., lleno de biólogos dedicados a sacrificar embriones humanos. Se han puesto la bata de tanatos, son los tanatólogos. Los que estudian la muerte. Empeñados en obtener células madre a partir de embriones en lugar de trabajar con células madre adultas, que es donde está en realidad la gran posibilidad para poder ayudar, ya que trabajando con las células madre obtenidas de cada paciente para utilizarlas sobre él mismo, se evitaría todo rechazo.
Pero me parece que esto no es rentable para estos científicos de hoy en día.
Es más provechoso tener líneas de células madre embrionarias que ellos han obtenido de humanos cercenados en desarrollo y poder venderlas a quién las necesite, amasando así una cantidad de dinero nada desdeñable, amén de todos los cuadros de rechazos y demás complicaciones que aparecen cuando se aplican células extrañas a un organismo.
Se han reunido en sus consejos de administración y han decidido que los humanos no somos humanos hasta que a ellos no les de la gana que seamos humanos. Y lo han conseguido. Lo han dicho y la mayoría de gente les ha creído. Es por el bien de las personas, es para curar enfermedades. No te dicen que es para salvar vidas a costa de otras vidas, no. Eso queda un poco feo. Consensuamos que los embriones no son nada y "chimpúm", por arte de magia somos los salvadores de la humanidad, salvamos vidas.
En Europa hemos cerrado los ojos ante lo que no nos interesa, hemos cerrado el corazón a lo que implique un poquito de salir de nosotros mismos. Europa está muerta. Somos un conjunto de naciones cobardes. Que nadie nos moleste, que nadie me haga levantar de mi sillón orejero, que nadie me haga apartar la vista de mi televisor.
"Dijo Isaías: «Oíd, pues, casa de David: ¿Os parece poco cansar a los hombres, que cansáis también a mi Dios?
Pues bien, el Señor mismo va a daros una señal: He aquí que una doncella está encinta y va a dar a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel." Is 7, 13s.
Ya lo dijo el Señor por medio de Isaías hace unos dos mil setecientos y pico años, y sigue sirviéndonos a nosotros: "sois un poquito cansinos".
Maran-athá.
Ya lo dijo el Señor por medio de Isaías hace unos dos mil setecientos y pico años, y sigue sirviéndonos a nosotros: "sois un poquito cansinos".
Maran-athá.
No hay comentarios:
Publicar un comentario