Aguardando el momento oportuno para asestar su golpe certero. Tic tac. Nadie sabe el día ni la hora. Tic tac.
¿Es difícil morir? ¿Es fácil?.
Sé que ver morir no es fácil. Una amiga dice que la muerte siempre te sorprende. Aunque la estés esperando, cuando llega, te pilla de imprevisto. Nunca quieres que llegue, aunque quizás en ocasiones pueda ser un alivio. Pero no, que no venga, que no me lo arrebate, que se quede un poco, un poquito más conmigo. Que le hable, que le bese, que le diga que le amo. Tantas cosas. Tantos años, tanta vida juntos. Pedir perdón. Como si el nudo de la corbata atravesara tu cuello y se instalara en tu garganta, para quedarse, y anidando allí te doblega la voz y desgobierna tus lágrimas.
Tic tac. Apareció, rápida, fugaz. El tiempo suficiente para ser eficaz. Tic tac.
Ayer enterramos al padre de un amigo. Yo no le conocí, pero conozco a su hijo, y eso me basta.
Esperaba la vida eterna. Acabó la carrera. Llegó a la meta.
Aquí, los que quedamos, los de la esperanza, seguimos muriendo cada día para vivir cada día.
Que Dios, como a él, nos acompañe.
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