¿QUIÉN diría que cinco letras lo son todo?.
Vivir.
Pero la dialéctica no está en vivir frente a morir, sino en estar vivo frente a estar muerto.
Porque vivir y morir forman parte de la misma realidad. En sentido biológico cada día que vives es un día más que vas muriendo, un día menos que te queda para morir. Y en el sentido trascendente, o que permanece más allá de uno mismo, vivir y morir pueden llegar a confundirse, ya que morir es vivir entregando tu vida. Vivir dándote, vivir muriendo por alguien, quizás por tu mujer, o por tus hijos, o por tu madre o tu padre, o por algún hermano o por algún amigo o por alguien que no conoces o incluso, en su versión más heroica, por un enemigo…
¿Quién puede vivir así?. ¿Quién puede morir así?.
Puede morir quien recibe la vida, no de sí mismo, pues nadie puede darse la vida. Puede morir quien tiene una vida que no se acaba nunca, que aunque muera vivirá.
Seguro que conociéndome, sabes a qué me refiero. Ven y lo verás.
Shalom.
Te refieres a que la vida la da Dios ¿verdad?
ResponderEliminarMe gusta mucho más el sentido trascendente, que parece que el biológico da un poco de mal rollete...
ResponderEliminar"Quien pierda su vida la ganará"
Perdón, no había visto los comentarios.
ResponderEliminarDios da la vida, si. Y tú, esa vida, la puedes dar a su vez. Vaya tela ¿no?. Parece fácil verdad. Y en verdad lo es, sólo que nosotros nos empeñamos en hacerlo difícil.
La Paz with you.