CUANDO dicen que todo es lo mismo, cristianos, musulmanes, en fin cualquier religión, yo digo no (I say no).
No me voy a enrollar. Sólo lo justo. Pon tu oreja (en este caso tu ojo):
Iban a lapidar a una mujer que habían pillado in fraganti cometiendo adulterio. Se la presentan a Jesús, para que diera su opinión, pues la ley de Moisés prescribía esto (la lapidación) para las adúlteras.
Bueno, ya sabemos que pasa: “Aquel de vosotros que esté sin pecado, que le tire la primera piedra” dice Jesús. Todos van yéndose, de uno en uno, uno tras otro. Primero los más viejos, así hasta el más joven. Al final la sentencia de Jesús: Tampoco yo te condeno. Vete ,y en adelante no peques más.
Lo mismo, sólo que ahora en Paquistán : tierra del Islam.
Bien.
Edificante la compasión de estos hermanos musulmanes.
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